Era la mujer más guapa del universo.
Su inteligencia conseguía traspasar a menudo las fronteras de mi intelecto dejándome sin replica, sin respuesta; vencido por una mente femenina.
Sus ojos azul marino podrían haber hipnotizado a cualquiera, a un ejército entero; pero me eligieron a mí; a un ser insignificante en el espacio y en el tiempo.
Sus piernas, aseguradas en millones de euros, eran autopistas sensuales por las que me accidentaba casualmente, me estrellaba sin airbag y rompía el cristal delantero.
Su pelo rubio; ese tipo de rubio platino, tan natural como extraño, tan cálido como frío; ese tipo de rubio por las que las morenas se tiñen; pero que nunca logran alcanzar. Un rubio platino; que en su sexo se te antojaba aún más bonito.
Su cara; una cara preciosa, del Este; Europa del Este, con razón se empeñó Napoleón en invadir Rusia; con razón las americanas miraban mal al comunismo de la URSS.
Su culo; simplemente perfecto; esculpido por el mismísimo Odín; un culo que aunque toques, pellizques o muerdas, te niegas a creer que pueda existir.
Sus pechos, de un tamaño considerable, idóneos, ni muy grandes, ni muy pequeños, simplemente el necesario; para marcar un escote sublime, y para perderte entre ellos un tiempo.
Su boca, sensual; sus dientes del color del marfil.
Salíamos a dar paseos bajo las estrellas
Íbamos a cenar; e invitara ella o invitase yo, siempre pagábamos a medias.
Hacíamos el amor porque nos amábamos y follábamos cuando nos embriagábamos
Teníamos largas conversaciones, sobre la vida, sobre la muerte, sobre el pasado, sobre el presente; sobre ella, sobre mí; en la cama, en un bar, en la disco en cualquier lugar.
Tanto sus amigos como los míos me envidiaban, algunos con envidia sana, otros con odio; pero yo fui el vencedor y estoy orgulloso por ello.
Nos hubiéramos casado; pero sencillamente, ella un día, desapareció
La tierra se la tragó
Nadie sabía nada
Su teléfono apagado
Su casa tal y como la dejó
Sus padres abatidos
Y yo muerto, muerto en vida.
Porque la mujer que habitaba en mis sueños dejó de soñar conmigo.
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